¿Cómo ser una empresa eficiente energéticamente? Auditoría y mejoras

La eficiencia energética se ha convertido en una de las mejores armas para cuidar del medio ambiente y para luchar contra la crisis climática que asola al mundo entero. En este sentido, las empresas pueden introducir mejoras en sus sistemas de producción para conseguir una producción energética sostenible y amable con el medio ambiente. Sin duda, las empresas ocupan una posición clave en lo que a lucha contra el cambio climático se refiere. De hecho, de acuerdo con el 9º índice de Eficiencia Energética de la Fundación Gas Natural Fenosa, las pequeñas y medianas empresas en España tienen un potencial de ahorro energético del 24%.
No obstante, la introducción de medidas de ahorro energético no solo es beneficiosa para el medio ambiente, sino que también conlleva importantes beneficios para las empresas y entidades de carácter económico, social e industrial. De hecho, la reducción del consumo energético redunda positivamente en la competitividad y productividad de la plantilla de empleados de las empresas, así como en la disminución de los gases de efecto invernadero.
¿Qué beneficios puede obtener una empresa al mejorar su eficiencia energética?
La eficiencia energética para empresas tiene múltiples beneficios no solo para el medio ambiente, sino también para las empresas. Los beneficios que implementar un plan de ahorro de energía puede tener para una empresa son los siguientes:
- Beneficios económicos: cómo es evidente, si el consumo energético de la empresa es menor, el ahorro de dinero en esta partida será mayor. Así pues, el plan de ahorro energético no solo supondrá un ahorro económico, sino que también mejorará la competitividad de la empresa.
- Beneficios medioambientales: también resulta evidente que el ahorro de energía redunda positivamente en el cuidado del medio ambiente, de forma que se reduce el consumo de recursos naturales y se disminuye la emisión a la atmósfera de gases de efecto invernadero. Todo ello ayudará a la adecuada preservación de la flora y la fauna del medio ambiente y a la lucha contra el cambio climático.
- Beneficios a nivel país: un consumo energético consciente y sostenible es fundamental para que los países estén seguros de que no se producirá una situación de desabastecimiento de energía. Además, gracias a la implementación de estas medidas se producirá una disminución de la vulnerabilidad que presenta el país por su dependencia de fuentes de energía externas.
- Beneficios corporativos: una buena filosofía medioambiental es fundamental para la imagen de la empresa. Así pues, las empresas más sostenibles y preocupadas por el medio ambiente tienen una mejor imagen corporativa, lo que redunda positivamente en los beneficios de la empresa. Esto es así porque, al diferenciarse positivamente de otras empresas de la competencia, muchos de los clientes optarán por las empresas con mayor conciencia medioambiental.
¿Qué es la eficiencia energética?
La eficiencia energética hace referencia al uso eficiente de la energía. Esto significa que se ha de ser consciente del uso y consumo que se realiza de la energía, de forma que se puedan poner en práctica algunas herramientas para tener un menor impacto medioambiental.
De este modo, la eficiencia energética de una empresa hace referencia a la forma en que las empresas utilizan la energía y en cómo pueden tomar medidas para reducir su consumo energético y cuidar el medio ambiente sin afectar a su actividad empresarial.

¿Cómo puede una empresa mejorar su eficiencia energética? Herramientas que contribuyen a la eficiencia energética
Para que las empresas puedan llevar a cabo un plan energético adecuado, es fundamental que estas conozcan de qué situación se parte. De esta forma, conociendo de la situación de base, se podrán marcar unos objetivos adecuados y realistas.
En definitiva, llevando a la práctica algunas medidas la empresa podrá mejorar su eficiencia energética. Estas medidas son las siguientes.
Conocer el impacto medioambiental de la actividad que lleva a cabo la empresa
Para poder llevar a la práctica un plan de ahorro energético que se adecúe a la realidad de la empresa es fundamental conocer de qué situación se parte. Para ello, lo mejor es comprobar el estado de contratación del suministro energético a través de la comprobación de parámetros como la tarifa o la potencia contratada.
La empresa no solo deberá conocer las condiciones y características de su suministro energético, sino que también será preciso un conocimiento preciso sobre sus instalaciones. En base a todo esto, será posible que la empresa adopte ciertas estrategias empresariales que le permitan ahorrar energía, tales como la introducción de equipamientos sostenibles y edificios inteligentes y modernos que consuman menos y cuiden del medio ambiente.

Certificaciones y clientes satisfechos
Las empresas que son responsables y cuidan del medio ambiente tienen una mejor imagen corporativa respecto de su competencia para sus clientes. Sin duda, apostar por la eficiencia energética tiene multitud de ventajas, siendo una de ellas la diferenciación positiva de otras empresas del sector.
En este sentido, existen diferentes certificaciones voluntarias que hacen referencia a la gestión energética y al respeto del medio ambiente de las empresas. A través de estas certificaciones, los clientes estarán más satisfechos con el proceder de la empresa respecto al respeto del medio ambiente y la imagen corporativa mejorará sustancialmente.
Además, estas certificaciones aseguran que la entidad ha optimizado sus procesos para ser más eficiente energéticamente.
Medidas que se pueden tomar para ahorrar energía

Las empresas pueden tomar ciertas medidas para ahorrar energía. Algunas de las más importantes son las siguientes:
- Ajustar la tarifa contratada a las necesidades reales de la empresa: una de las primeras medidas que las empresas pueden adoptar, una vez han comprobado y analizado su realidad, es ajusta la tarifa de suministro energético contratada a las necesidades reales de la empresa. De esta forma, la empresa consumirá la energía que realmente necesita para llevar a cabo su actividad, lo cual, además, supone un ahorro de dinero importante.
- Revisar las horas de apertura: las horas durante las que la empresa permanece abierta también influyen en gran medida en el consumo de energía de la misma. Así pues, cuanto mayor sea el tiempo en que los diversos equipos se encuentran en funcionamiento, mayor será la cantidad de energía consumida. Sin embargo, muchas veces se pueden ajustar los horarios de apertura de la empresa, de forma que se ahorre energía.
- Edificios modernos e innovadores: a la hora de elegir local o edificio en el que desarrollar la actividad de la empresa, es fundamental tener en cuenta las características y antigüedad del inmueble en cuestión, ya que esto influye en gran medida en la eficiencia energética. En definitiva, lo mejor es optar por alquilar o comprar locales o edificios modernos y eficientes que sean más sostenibles. No obstante, esto no siempre es posible, sobre todo en el centro de las grandes ciudades en que los edificios son antiguos, por lo que, en estos casos, lo mejor será invertir en una obra que rehabilite el edifico y lo haga más eficiente energéticamente hablando.
- Ahorrar energía en calefacción y aire acondicionado: queda fuera de toda duda que es imprescindible, para que los trabajadores puedan trabajar de forma adecuada, que la temperatura que debe haber en el local o edificio de la empresa debe ser la correcta. No obstante, se puede ahorrar una gran cantidad de energía usando la calefacción y el aire acondicionado de forma equilibrada, buscando una temperatura media.
- Apostar por un buen aislamiento térmico: apostar por un buen aislamiento térmico es una buena manera de ahorrar energía. Aislando puertas y ventanas será posible disminuir las horas en las que la calefacción o el aire acondicionado se encuentran en funcionamiento.
- Almacenamiento de energía en baterías: otra buena idea para ahorrar energía es instalar acumuladores de electricidad en la empresa, de forma que se pueda acumular energía para hacer funcionar los equipos necesarios para llevar a cabo la actividad empresarial sin necesidad de depender e la red eléctrica. Así pues, en las baterías se acumulará la electricidad sobrante, lo que facilitará que la empresa consuma únicamente la energía que realmente necesita.
- Apostar por coches de empresa eléctricos: son muchas las empresas que ponen a disposición de algunos de sus empleados coches eléctricos. En estos casos, lo mejor es postar por coches eléctrico, ya que su consumo es mucho menor y, además, supondrá un ahorro importante, sobre todo si se tiene en cuenta el precio del combustible. Además, actualmente existen en España subvenciones para la compra de este tipo de vehículos.
- Instalación de temporizadores en las zonas comunes: para evitar que las luces se queden encendidas, lo mejor es instalar temporizadores en las zonas comunes como baños y pasillos, de forma que la luz solo se encienda cuando realmente sea necesario.
- Cultura laboral: relajar la vestimenta durante el verano, ya que esto permitirá no utilizar durante tantas horas o a una temperatura tan baja el aire acondicionado. Así pues, lo mejor es permitir a los empleados, al menos en verano, utilizar vestimenta fresca e informal.
- Formación y concienciación de los trabajadores: tan importante es realizar buenas prácticas energéticas como concienciar a los trabajadores sobre la importancia del ahorro energético en empresas.
Realización de un plan para ahorrar energía
Una vez se han identificado las características y necesidades de la empresa y qué mejoras se pueden llevar a cabo, es importante realizar un plan de ahorro energético que se ponga en marcha para introducir los cambios necesarios.
A la hora de elaborar un plan de ahorro energético, lo mejor es ordenar por orden de prioridad de facilidad las medidas que se han de adoptar para conseguir una empresa más sostenible. Así pues, lo mejor es empezar a adoptar medidas sencillas como utilizar de forma consciente la calefacción y el aire acondicionado o la instalación de temporizadores en las zonas comunes. Después se deberán introducir otras medidas más complejas como apostar por coches de empresa eléctricos o mejorar el aislamiento térmico del edificio de la empresa.

¿Cómo se puede llevar a cabo una auditoría energética?
Una auditoría energética es una proceso a través del cual se obtienen evidencias y, después, se procede al análisis objetivo de las mismas. A través de las auditorías energéticas las empresas podrán conocer cuál es su consumo y coste energético, así como los puntos más débiles que son susceptibles de mejorar.
Las auditorías energéticas se encuentran reguladas en España en el Real Decreto 56/2016, en virtud del cual las empresas que cuenten con más de 250 trabajadores o tengan un volumen de negocio de más de 50 millones de euros están obligadas a superar estas auditorías energéticas.
No obstante, las auditorías energéticas deben cumplir con una serie de requisitos para que sean válidas. De esta forma, deben tener un objetivo adecuado, deben ser completas y representativas, deben ser trazables para poder identificar el origen y el procesamiento de datos y deben ser verificables.

El proceso de auditoría cuenta con las siguientes fases:
- Contacto con la empresa: la entidad auditora se pondrá en contacto con la empresa objeto de la auditoría para determinar los objetivos, los plazos y las expectativas de este proceso.
- Reunión con la empresa: en la primera reunión entre la entidad auditora y la empresa se explicará cómo es el proceso de auditoría, además de acordarse el acceso a la información y a la documentación de la empresa.
- Recopilación de los datos necesarios: la entidad auditora recopilará todos los datos necesarios para llevar a cabo el trabajo de campo, tales como los datos históricos del consumo energético o el listado con los procesos y los equipos de los que hace uso la empresa.
- Trabajo de campo: la empresa auditora llevará a cabo una serie de acciones como la inspección física de las instalaciones de la empresa, la evaluación del uso de la energía de la entidad o las medición y observación del consumo energético.
- Informe de la auditoría: a través de este documento, la entidad auditora determinará los resultados a los que se ha llegado después del proceso de auditoría energética. En este informe, además, se certificará que se han cumplido con los requisitos que otorgan validez a la auditoría. El informe contendrá un resumen sobre los puntos que la empresa puede mejorar, la metodología que se ha llevado a cabo para llevar a cabo la auditoría, los datos recopilados, la descripción de los objetos auditados y la evaluación del consumo de energía de la empresa.
Sin duda, el ahorro energético no solo es necesario para las empresas, sino que tendrá, además, importantes beneficios, tanto para el medio ambiente como para las entidades. En cualquier caso, de acuerdo con la legislación vigente en España, hay empresas que están obligadas a llevar a cabo auditorías energéticas, cuyos resultados serán de gran ayuda para conseguir una mayor eficiencia energética.
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