Nuestra experiencia ha sido pésima.Para empezar, dos días antes de la reserva nos inflaron a mensajes para decir cuándo íbamos a entrar y cuándo íbamos a salir. Marcamos que entraríamos a las 12 y saldríamos a las 11. Nos dieron el ok. Al llegar alli, a parte de estar bastante lejos de todo, nos dice que no podemos entrar hasta las 14,30 en pleno mes de agosto y con 43 grados en la calle.Llegamos y la habitación era un zulo, donde si queríamos toallas había que pagar 5 euros por cada una y si queríamos aire acondicionado, 5 euros por día. Repito, en pleno mes de AGOSTO con el calor sevillano.Siguiente sorpresa, no había baño en la habitación, era un baño público para toda la pensión, con lo que ellos conlleva.La habitación no tenía ventilación ninguna, daba a un techado con uralita de la propia pensión.En el baño no había champú, ni peine, ni cepillos de dientes...Un lugar al que nunca me replantearia el volver y al que no recomiendo ir si vuestros intereses coinciden con los míos, TENER UN LUGAR DONDE PODER DESCANSAR DE LOS DÍAS CALUROSOS QUE TIENE SEVILLA en invierno la calefacción también había que pagarla a parteUna última cosa, las mantas de la habitación estaban echas un asco menos mal que no las necesitábamosUn saludo de alguien a quien no volveréis a ver por allí.